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«Nos comprometemos a promover, con mayor énfasis,
B. Martynov, Doctor titular en Ciencias Políticas
INTRODUCCION
A finales del siglo XX la humanidad creía estar liberada de las utopías, que tan caro le habían costado en el pasado. La utopía comunista, que había ido ganando terreno ðîã medio de la violencia desde la segunda mitad del siglo XIX, para aquel entonces ya estaba desacreditada. El proyecto de la edificación del «paraíso en la Tierra», en cuyo altar fueron sacrificadas millones de personas, se derrocharon enormes valores materiales ó culturales, se distorsionaron conceptos que antes parecían inconmovibles, resultó refutado por el propio curso de la Historia. Todavía antes, a mediados del siglo pasado, había ido a parar al basurero de la historia otro proyecto utópico inspirado en el ideario nacional-socialista, que también postulaba la violencia como «comadrona de la historia» y, con mayor empeño aun que la idea comunista, pretendía aniquilar la fe en la existencia de normas jurídicas ó morales, las nociones del bien ó del mal, de la cultura ó la justicia.
Daba la impresión de que en las relaciones entre personas, sociedades ó estados se aproximaba, por fin, una época preclara en la que había de imponerse el sentido común, en la que triunfaría el principio fundamental de «vivid ó dejad vivir los demás», rigiéndose por el cual la gente, curtida ya por la amarga experiencia de los tiempos pasados, rechazaría todo nuevo megaproyecto de «paraíso en la Tierra» prefiriéndole la vida normal «aquí ó ahora», con tal de que esa vida no se convirtiera para ellos en infierno.
Sin embargo, la euforia no duró mucho. La quiebra del sistema de confrontación bipolar libero inesperadamente fuerzas latentes, que muchos creían ser cosa del pasado, al igual que enfermedades como la viruela, el tífo, la peste î la tisis: las fuerzas del ultranacionalismo, el chovinismo, el extremismo religioso ó el mesianismo político, que de inmediato infundieron una «segunda vida» al culto de la violencia, que siempre ha existido en las relaciones entre personas.
A raíz del 11 de septiembre el tema del terrorismo internacional ha saltado al primer piano en la política de la mayoría de los países del mundo, en los comentarios de la prensa escrita ó electrónica, en las obras de analistas políticos. En las ciencias políticas se ha acunado los nombres de una nueva arrea de estudios, la «terrología», ó una nueva especialidad, la de «terrólogo». También en nuestro país se han publicado bastantes obras dedicadas a este problema. Algunas, a nuestro juicio, merecen especial atención; en particular, aquellas cuyos autores buscan una nueva óptica en el examen del fenómeno del terrorismo tratando de darle una explicación adecuada. En este sentido vale mencionar la monografía colectiva de un equipo de investigadores del Instituto de Sociología de la ACR «El terrorismo en el mundo contemporáneo: sus fuentes, esencia, direcciones ó amenazas», publicada bajo la redacción de V. Vitiuk ó E. Panin en el ano 2003. También nos parece innovadora la monografía de D. Olshanski «Psicología del terrorismo» (San-Petersburgo, Piter, 2002), centrada en el estudio de un importante componente de las relaciones sociales, que hasta ahora se perdía casi por completo de vista entre los problemas de índole socioeconómico. En la monografía de E. Stepanova «Papel del narcotráfico en la economía política de los conflictos ó del terrorismo» (Moscú, Ves Mir, 2005) se hace un interesante intento de detectar el parentesco orgánico de tres graves problemas del mundo contemporáneo como son el narcotráfico, el crimen organizado ó el terrorismo. Por fin, merece especial mención, a pesar de su escaso volumen, un estudio de Y. Fiodorov titulado «El terrorismo moderno: peculiaridades ó perspectivas» (Instituto Estatal de Relaciones internacionales-MGIMO-Universidad, 2005), en el cual encontramos abundante material estadístico e interesantes temas de reflexión sobre el fenómeno del terrorismo islámico en el contexto de la globalización. Nos hemos validos citaciones de estos trabajos en la presente investigación.
Esta última, como lo indica el titulo, esta dedicada al problema del terrorismo transfronterizo ó sus «ramificaciones» latinoamericanas. Pensamos que el hecho de que los autores analicen mas que nadan los problemas de la región latinoamericana, no le resta alcance general al trabajo. Lamentablemente, el problema del terrorismo desborda con mucho el marco de regiones î países concretes, lo cual en el contexto de la globalización le imprime características transfronterizas. De ahí que cuanto enunciamos con relación a los países de Latinoamérica ó del Caribe, pueda ser aplicado en gran medida a otras regiones del mundo. Por lo demás, la especificidad civilizacional, histórica ó socioeconómica de esta región, que hemos estudiado en otros trabajos en el piano de su incidencia en los problemas de la seguridad**, permitirá, según nos parece, calibrar mejor la correlación entre lo general ó lo particular en las manifestaciones del terrorismo contemporáneo.
* Los autores se atendrán a la interpretación comúnmente admitida de estos sucesos, teniendo en cuenta, sin embargo, que existe también otra versión de los mismos (Véase, por ejemplo: Mayssan T. El 11 de septiembre de 2001. Una maquinación monstruosa. Moscú, 2004). Mas allá de las diferencias de versión está el hecho irrefutable de la existencia del terrorismo islámico ó la expansión del culto a la violencia ó la amoralidad en la política mundial. ** Martynov B. Seguridad: enfoques latinoamericanos. M., 2000; América Latina: dilemas del desarrollo democrático. Cuadernos analítica del ILA de la ACR. M., 2001. N 11; Chumakova M. El drama colombiano. M., 2002; Bulavin V., Dabaguidn E., Semionov V. Venezuela en busca de una alternativa. Moscú, 2002; Fuerza del derecho vs. Derecho de la fuerza. Seguridad internacional (enfoque latinoamericano) / Ed by B. Martynov. Moscú, 2004.
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